
La interpretación de Anna Kendrick es el único aliciente de esta comedia superficial e innecesaria. El viaje por la vida amorosa de su personaje es idóneo para un atracón de capítulos breves y ligeros que no tardarán en olvidarse.
La interpretación de Anna Kendrick es el único aliciente de esta comedia superficial e innecesaria. El viaje por la vida amorosa de su personaje es idóneo para un atracón de capítulos breves y ligeros que no tardarán en olvidarse.
Virgin River es un lugar apartado al que acudir para empezar de nuevo. Un título sobre segundas oportunidades que pone en pausa nuestras neuronas para, después, recuperar la vida real con un punto de optimismo.
La adaptación de la novela de León Tolstói, por parte del laureado adaptador literario Andrew Davies, se salda con un esplendor visual y una excelente ejecución artística y técnica y algunos excesos narrativos.
Una entrañable y honesta propuesta que aspira a ir más allá del mero entretenimiento. Magníficamente interpretada y con diálogos inteligentes, merece destacar entre sus semejantes.