¡Qué susto, tía!

Lana Condor –a quien conocimos en la trilogía A todos los chicos de los que me enamoré– interpreta, de nuevo, ese papel en el que la vemos tan cómoda: la niña tímida y estudiosa que llama la atención del chico popular. Por suerte, esta vez nos añaden algo más: el componente sobrenatural.

Pero también por eso, aunque ¡Qué susto, tía! es amena, colorida y aporta alguna que otra sorpresa, no consigue diferenciarse de las otras propuestas juveniles. Todo ya lo hemos visto antes: desde el ascenso de la marginada a lo más alto hasta la conversión de la tirana, siempre acompañado de un ambiente frívolo y que, por momentos, roza lo ordinario.

Para aquellos jóvenes que disfrutan con series que combinan adolescencia y fantasmas, sin duda alguna, encontrarán Agencia Lockwood de la misma plataforma una opción mucho más original e inteligente.

Firma: Júlia Nafría