Viajeros

Una vez más, Brad Wright (Stargate Atlantis) se divierte con los viajes en el tiempo y desarrolla una historia de entretenimiento ligero con algún mensaje para reflexionar. La idea de que es la humanidad la que acaba con su propia existencia no es nueva. Tampoco es nuevo que tengan que venir desde el futuro a enmendarnos la plana. No obstante, Viajeros propone una historia sencilla, bien hilvanada y con un buen trabajo de personajes.

A pesar de la loca propuesta de ciencia-ficción, la serie se toma en serio la narrativa y pone énfasis en los dramas personales y en la capacidad de sus protagonistas para empatizar y adaptarse a sus cambiantes circunstancias. También descubrimos la apuesta de sus guionistas por fortalecer la amistad y la familia, por defender la libertad personal y por anteponer el bien común al personal.

Sin duda, lo que nos permite seguir las tres temporadas, y disfrutarlas, es conocer el devenir de sus personajes principales. Y, en un segundo término, averiguar si la misión de los viajeros tendrá éxito o fracasará. Así, contamos con 32 capítulos fáciles de ver, en los que la IA cobra relevancia y donde se nos plantean cuestiones interesantes para debatir o pensar.

Viajeros juega con el drama, el romance, la comedia, la acción y el suspense. Utiliza todos los ingredientes necesarios para componer un título familiar que atraiga a un amplio abanico de audiencia. Y lo consigue. Quizá porque no exige que el espectador se posicione, por un sentido del humor siempre presente, por su buena factura técnica o, simplemente, porque es una buena historia, contada con acierto y sin una finalidad aleccionadora.

El último episodio supone un buen cierre, por tanto no debe preocuparnos esperar una cuarta temporada que no parece que vaya a llegar. Sin embargo, quizá algunos echen de menos la posibilidad de volver a viajar con el equipo protagonista.

Firma: Mar Pons