
Las hermanas Williams coproducen este film sobre cómo el tesón de su padre las condujo a la cima del tenis mundial. Convencional y bien interpretada, contiene algunos pasajes más inconexos y que la alargan en exceso.
Las hermanas Williams coproducen este film sobre cómo el tesón de su padre las condujo a la cima del tenis mundial. Convencional y bien interpretada, contiene algunos pasajes más inconexos y que la alargan en exceso.
Spielberg opta por un remake del West Side Story de 1961 muy cercano a su original. El cineasta sabe imprimir novedad en la ligereza escénica, a la vez que despliega un casting múltiple y entregado.
La reconstrucción de la serie que cambió la historia de la comedia televisiva es una ocasión para que Sorkin nos hable, de nuevo, con todo su estilo propio, del lado más complicado de tener éxito.
Paolo Sorrentino comparte con el público su historia más personal. Combina comedia y tragedia para exponer el inicio de su vocación como director de cine en Nápoles mientras aborda, además, temas como el fútbol y la muerte.
Una nueva broma, bien elaborada y cargada de dinamita político-social, es lo que nos trae el film de Adam McKay. Un gran elenco y su ya habitual hábil montaje elaboran una metáfora de nuestro tiempo.
Relaciones familiares heridas, misoginia y homosexualidad reprimida componen un western majestuoso en lo visual y actoral, y funesto en lo temático y nebuloso en lo narrativo.
Spencer propone una aproximación diferente a la personalidad de la icónica princesa de Gales. Con una caracterización y un vestuario impoluto, Kristen Stewart deslumbra con su actuación, que logra angustiar a la audiencia.
Lin-Manuel Miranda inicia su carrera como director de cine con un biopic musical que homenajea la obra teatral de Jonathan Larson y que destaca por la magnífica interpretación de Andrew Garfield.
Pedro Almodóvar repite, una vez más, con Penélope Cruz para explicar un relato donde la maternidad, el error y la mentira se mezclan, con desigual resultado y efecto, con lo político y lo histórico.
Denis Villeneuve firma un espectáculo visual con un reparto de ensueño que logra estructurar magistralmente un relato mesiánico. La cinta es excesiva, regala acción y ofrece una recreación soberbia de otra galaxia.