
Se trata de una emotiva historia en la que los protagonistas, a pesar de no hablar el mismo idioma, crean una relación tan tierna como entrañable en la que las palabras pasan a ser innecesarias.
Se trata de una emotiva historia en la que los protagonistas, a pesar de no hablar el mismo idioma, crean una relación tan tierna como entrañable en la que las palabras pasan a ser innecesarias.
El arca de Noé no es más que el pretexto para ambientar las aventuras de unos simpáticos personajes. Destinado a los más pequeños, el film incorpora algunas enseñanzas a lo largo de su simple relato.
Una sucesión de épicas batallas con espectaculares efectos especiales que olvida que también se necesita una buena historia para que una película funcione. Godzilla vs. Kong ofrece ni más ni menos que lo que el título sugiere.
James consigue crear un clima de tensión constante, a la vez que elabora una metáfora con el monstruo que se esconde en la casa y la demencia de Edna. Aun así, se trata de una película de terror poco efectiva.
Carey Mulligan sabe llevar al límite y llegar al espectador con la interpretación de un rol que se mueve entre contornos peligrosos. Mientras, el guion aporta una mezcla de géneros y una clara invitación a pensar.
Thomas Vintherberg regresa con un relato sobre la confianza en uno mismo y la capacidad de control. Mientras rodea zonas ambiguas con una gran fuerza narrativa, deja el peso de la reflexión al espectador.
La mudanza de una familia coreana a un pueblo de Arkansas conforma una película con diálogos hilarantes, situaciones emotivas y momentos muy tiernos. Cuenta con el trabajo de un gran elenco y un encuadre rural muy apacible.
Este documental se basa en testimonios de jóvenes que cambiaron de vida al encontrase con Jesús en la Eucaristía. Jugoso en el contenido, la manera de organizarlo impide abrirse a un espectador más ajeno.
La propuesta de Julius Berg se hace un hueco como alternativa satisfactoria, pero algo confusa a las ya clásicas películas sobre irrupciones violentas en el hogar.
Daniels dirige un biopic irregular con un guion difuso. A pesar de narrar de manera abrupta y desordenada la historia de Billie Holiday, el film cuenta con una magnífica interpretación de Andra Day y varios toques de elegancia.