La crítica del principiante
Renovarse o morir. Quizás sea una de las frases más utilizadas en el mundo de los videojuegos. De esto sabe mucho la saga que nos compete. Y es que Final Fantasy ha pasado por este proceso en varias ocasiones a lo largo de su dilatada historia. Sin ir más lejos, Final Fantasy VII supuso un antes y un después en la saga -salvando a Squaresoft de la quiebra- y adaptando el maravilloso universo de Midgar a las 3D. Algo parecido pasó con Final Fantasy X, que supuso el salto generacional a PS2, con una aventura más grande en todos los sentidos. Pues bien, Final Fantasy XVI sufre este mismo proceso. Quizás no con todo el acierto que cabría esperar, pero sí con un título de lo más competente.
Un gran juego de acción… y un aceptable juego de rol
Podríamos decir que esta nueva entrega tiene las dos caras de la moneda. Por un lado, es un juego de acción muy competente; por el otro, mantiene ciertos componentes roleros, aunque bastante diezmados.
Centrándonos en lo primero, Final Fantasy XVI deriva claramente hacia la acción pura y dura. De hecho, por momentos recuerda a algunos hack‘n slash como Devil May Cry y hasta Bloodborne -no así en el nivel de dificultad, mucho más asequible aquí que en el juego de From Software-. Como os podéis imaginar, los combates son esenciales en el desarrollo del juego, pero ya os podéis olvidar de los turnos, de la estrategia y demás componentes clásicos. Tenemos botones de ataque, de salto, de esquiva, de magia, etc. Combinarlos con maestría será esencial para desarrollar combos de lo más espectaculares. Del mismo modo, es de vital importancia dominar el sistema de bloqueo y contrataque, tremendamente útil para los enfrentamientos más duros. El papel de los Eikon también es fundamental. Para que nos entendáis, estamos hablando de las invocaciones de toda la vida y podremos llevar equipadas hasta tres distintas que combinaremos en pleno combate. Todos estos elementos -y otros, como el uso de nuestro perro-, hacen del combate de Final Fantasy XVI una auténtica delicia.
Evidentemente, también tienen importancia las armas, los cinturones y los brazaletes -que potencian nuestro ataque y defensa-. Sin embargo, olvidaos de un sistema de progreso propio de otros action rpg -o juegos de rol y acción- como The Witcher o Skyrim. Al final, las armas que obtengamos serán mejores o peores que las anteriores, sin más.
El desarrollo del juego se estructurará muchas veces en misiones en las que tendremos que enfrentarnos a decenas de enemigos y en las que tendremos que preocuparnos casi exclusivamente en combatir -el camino a seguir está muy claro-. Un punto que nos ha gustado mucho son los continuos enemigos finales o jefes que nos encontramos. Cada uno de ellos con unos patrones de ataque diferenciados, con unas características únicas y con un diseño artístico espectacular.
Poca aventura para los usuarios más clásicos
Como os podéis imaginar a estas alturas, Final Fantasy ha evolucionado y ha girado claramente hacia la acción. Esto no quiere decir que reniegue de sus raíces, pero las deja en un segundo o tercer lugar.
De entrada, se trata de un título mucho más complejo, profundo y oscuro. Si tuviéramos que resumir la trama diríamos que es una historia de guerra y venganza, pero nos parece muy vago y plano resumirla de este modo. La historia nos lleva a Valisthea. En este mundo que nos rodea, encontramos un frágil equilibrio entre distintos reinos. Esa tensión fácilmente quebrantable se mantiene intacta porque los propios reinos saben que un conflicto entre ellos -y con los dominantes de por medio (personas con un Ikon dentro)- podría destruirlos. Sin embargo, todo esto va a cambiar para mal. En este contexto, nosotros controlamos a Clive Rosfield, que emprenderá un viaje de venganza por la muerte de su hermano. Hemos de decir que Clive derrocha personalidad y carisma por todos lados y a lo largo de la aventura le veremos evolucionar, empatizando con él por momentos. Os podemos decir que la historia tiene momentos y enfrentamientos totalmente épicos.
Asimismo, se nota que Square se ha esmerado en crear un universo vivo, competente y con personalidad propia. Para que nos entendáis, diríamos que ha intentado replicar la atmósfera que encontramos en The Witcher, Skyrim o incluso en Juego de Tronos. Es decir, no se trata simplemente de un conflicto como pretexto para una trama -que en el fondo no es especialmente original-, sino que han intentado que de un hilo conductor principal se desprendan numerosas subtramas profundas, una cultura propia, un mundo vivo y cambiante, etc. Esta misma sensación es la que tenemos cuando controlamos a Geralt de Rivia en The Witcher, por ejemplo. Evidentemente hay un guion principal y otros tantos secundarios, pero todo forma parte de un complejo mundo muy bien creado. Esta línea es la que ha intentado seguir Final Fantasy XVI.
Se ha de decir, sin embargo, que, pese a esta buena idea inicial, lo cierto es que en la práctica, no la explota. Tanto el componente aventurero como la exploración son muy reducidos -casi anecdótico en ocasiones-. Y no es un problema derivado de que Final Fantasy XVI no propone un mundo abierto, sino porque no los explota. Esta deriva hacia la acción acaba desechando una vertiente aventurera que le hubiera sentado de lujo. Quizás es una perspectiva muy personal y que no compartan los que prefieran un juego de acción, pero la sensación tras horas de juego es que podría haber llegado a ser un grandísimo RPG, pero no ha sido así.
A esto tampoco ayudan muchas de las misiones secundarias. Y es que al final, muchas acaban careciendo de interés, limitándose a transportar objetos de un lugar a otro. Es una pena porque algunas son interesantes y nos permiten conocer personajes con historias personales sugerentes, pero muchas otras no.
Por todo ello, creemos que se podría haber apostado mucho más por la aventura, permitiéndonos explorar entornos rurales, pueblos, ruinas… para conseguir mejoras o para completar misiones secundarias con sentido. Escribiendo el análisis me venía a la cabeza el reciente The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. En este, todas las misiones secundarias tienen un por qué y un para qué; escalar una montaña o investigar el subsuelo no es una pérdida de tiempo, sino que sabemos que algo encontraremos por hacerlo; y, buscar y mejorar nuestra armadura no es algo puramente estético, sino que vale la pena en lo jugable. Pues bien, es todo este componente el que echamos de menos en este Final Fantasy XVI.
Belleza visual made in nueva generación
En lo que destaca por completo es en el apartado gráfico. Frente a muchos juegos que salen intergeneracionales, agradecemos que Square se haya centrado exclusivamente en la nueva generación. Esto da como resultado un título más que notable, con unos escenarios tremendamente detallados, unas expresiones faciales brutales y unas cinemáticas increíblemente bien hechas. Gracias a juegos como Final Fantasy XVI se justifica dar el salto a PS5.
Contenido: giro hacia el público adulto
Ya hemos comentado que esta entrega ha dado un giro jugable y de guion hacia el público más adulto. Evidentemente esto se refleja en un contenido que, a nuestro entender, se enfoca en el público +18. La violencia y crudeza de la guerra, el sexo -que se refleja sin demasiados tabúes- y el argumento enrevesado son buena prueba de ellos. Al final, si pretendes seguir la senda de The Witcher, SKyrim o Juego de Tronos, no te queda otra.
Lo mejor:
Un gran juego de acción repleto de posibilidades.
Los momentos épicos en el argumento -aunque por momentos afloja un poco-.
Todo el universo de Valisthea fluye maravillosamente.
Lo peor:
La deriva hacia la acción en detrimento de la aventura y el rol.
Da la sensación de que tenía mucho potencial y que no lo aprovecha del todo.
Muchas misiones secundarias son puro relleno.
Conclusiones:
Final Fantasy XVI es un título de dos caras. Como juego de acción es excelente en muchos aspectos. El sistema de combate funciona a las mil maravillas y está repleto de posibilidades. Asimismo, los combates contra jefes son de lo más divertidos. Sin embargo, como aventura de rol adolece en muchos aspectos. Square se ha esmerado en crear un gran universo, pero no lo explota como debiera. Creemos que podría haber dado mucho más de sí en este sentido. Por último, en cuanto al contenido, recodad que estamos ante un juego adulto completamente: argumento, jugabilidad, violencia, sexo… Final Fantasy gira hacia el público adulto.
Género: Acción
Subgénero: Rol
Plataformas: PS5
Fecha lanzamiento: 22/06/2023
Cada nueva entrega de Final Fantasy supone todo un acontecimiento. No en vano, estamos hablando de una de las sagas de rol más populares del mundo de los videojuegos. Tras el cambio que supuso la anterior entrega, ahora nos llega Final Fantasy XVI, un título que navega entre dos aguas.
Idiomas: Castellano (textos)
¿Juego en red?: 0
Número de jugadores: 1
Precio: 79,95€
Distribuidora: Plaion