Actualizado: mayo 2024
Las ciberludopatías en adolescentes españoles son un problema creciente y preocupante. A medida que la tecnología avanza y se vuelve más accesible, más jóvenes se encuentran atrapados en el juego online excesivo, lo que puede tener graves consecuencias para su salud y bienestar.
Se definen como “el uso patológico o adictivo de los videojuegos online”. Aunque podemos verla como una actividad divertida y social para algunos adolescentes, en otros puede acabar desarrollando una dependencia que los lleve a pasar demasiado tiempo jugando, lo que puede afectar negativamente al desarrollo de su vida diaria y relaciones personales.
Del Informe Sobre Adicciones Comportamentales y otros Trastornos Adictivos 2023, basado en los resultados de las encuestas realizadas por El Observatorio Español de Drogas y Adicciones, se extraen los siguientes datos:
- En 2023, el 5.1% de los estudiantes de 14 a 18 años presentaron un posible trastorno por uso de videojuegos según los criterios DSM-5.
- Los estudiantes con un posible trastorno por uso de videojuegos juegan más horas al día que sus compañeros. El 13.5% de estos estudiantes dedican más de 8 horas al día.
- Los estudiantes con un posible trastorno por uso de videojuegos tienden a gastar más dinero en esta actividad. En 2023, el 19.1% de estos estudiantes gastaron más de 100 euros en videojuegos en los últimos 12 meses, un aumento significativo desde el 15.8% en 2021.
- El uso excesivo de videojuegos puede afectar negativamente el rendimiento académico y la vida social de los jóvenes.
- Los estudiantes con un posible trastorno por uso de videojuegos también muestran mayores tasas de otras conductas de riesgo, como el consumo de alcohol, tabaco y cannabis.
Manifestaciones en el día a día
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud no reconoce la ciberludopatía como una forma de adicción, sus consecuencias en adolescentes incluyen tanto problemas de salud mental –ansiedad y depresión– como problemas físicos –fatiga visual y dolores de cabeza–. Además, dedicar excesivo tiempo a este tipo de juegos puede provocar dificultades tanto para concentrarse –cosa que acaba afectando negativamente al desempeño escolar– como para establecer relaciones interpersonales saludables, imprescindibles para el bienestar emocional.
Y aquí no acaba todo. Los adolescentes adictos también corren el riesgo de caer en engaños online, como el acoso y la explotación financiera. Como sabemos, los juegos en línea a menudo requieren que los jugadores compren objetos virtuales con dinero real, lo que puede llevar a deudas o a la compra de bienes que no tienen un valor real.
Ciberludopatías y teléfonos móviles
Los smartphones y tabletas han revolucionado la forma en la que los jóvenes juegan y acceden a los videojuegos. La mayoría de los adolescentes tienen acceso a ellos permanentemente. Una encuesta de la Fundación Barrié, realizada a más de 10.000 adolescentes, cuantifica en un 26% los jóvenes que hacen un uso problemático o compulsivo del teléfono móvil.
Además, la disponibilidad constante de los videojuegos en línea y la posibilidad de competir contra personas desconocidas de todo el mundo puede provocar que chicos y chicas jueguen durante períodos prolongados de tiempo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar una adicción.
Cómo prevenir la ciberludopatía
A continuación, dejamos algunas medidas para que padres y madres podamos prevenir la ludopatía en nuestros hijos e hijas:
- Establecer límites de tiempo para el juego online, especialmente en los juegos más adictivos.
- Fomentar otras actividades como el deporte, la música, el arte o el voluntariado, para ayudarles a tener un equilibrio en su vida.
- Mantener una comunicación abierta y honrada con ellos sobre el juego en línea y la existencia de las ludopatías. Esto puede ayudar a prevenir la afección o detectarla de manera temprana.
- Monitorear el uso de los videojuegos y de Internet por parte de los adolescentes, especialmente si hay signos de problemas.
- Fomentar una cultura de juego responsable en la que los jóvenes aprendan a divertirse de manera segura y saludable, evitando el exceso y la adicción.
- Proporcionar apoyo si se desarrolla un problema de ludopatía. Esto puede incluir terapia o asesoramiento, así como el acceso a recursos y programas de ayuda.
Es importante tener en cuenta que la prevención de la ludopatía es un trabajo que se realiza en equipo, que involucra a padres, educadores, profesionales de la salud mental y la comunidad en general. Al trabajar juntos, aseguraremos el correcto desarrollo de habilidades saludables y equilibradas.
Firma: Joan de Santiago