Querido John

Con un ritmo epistolar, la cinta se sigue perfectamente; es fácil, llevadera, pero nada brillante. Hemos visto muchas historias iguales, con los mismos personajes y las mismas problemáticas. Lo novedoso es quizá que está ambientada en una época actual, con el trasfondo de los atentados del 11-S. Pero hay un pensamiento latente que a muchos les resultará familiar: “Esto nunca pasaría en la realidad”.

El film se centra en cómo las circunstancias de la vida van alejando a los protagonistas de vivirla como la imaginaban, porque a veces pesa más “el deber” que “el querer”. Son pruebas para que demuestren cómo es de sólida su unión. En ese camino, se fomentan valores como el amor a la familia, la generosidad o la constancia, pero el guión no da el salto que hace que el espectador la recuerde pasado un tiempo. Además, siempre tenderá a compararla con El Diario de Noah. Y es probable que salga perdiendo.
Es una película de buenas intenciones, pero que se queda solamente en eso: en buenas intenciones.

Firma: Sofía Aróstegui