
La historia de Benedetta se narra sin coherencia alguna, con una gran cantidad de imágenes eróticas y violentas. Es una propuesta irreverente y, aunque cuenta con buenas actrices, el resultado es grotesco, tedioso y ofensivo.
La historia de Benedetta se narra sin coherencia alguna, con una gran cantidad de imágenes eróticas y violentas. Es una propuesta irreverente y, aunque cuenta con buenas actrices, el resultado es grotesco, tedioso y ofensivo.
El director, guionista y actor Justin Chon lidera un film de denuncia social, justificado y con buenas intenciones. No obstante, el tono demasiado melodramático aleja al espectador que no quiera excesos.
El trabajo de Juan Antonio Moreno es peculiar en su fondo y en su forma. La cámara sigue a varios refugiados y expone su visión acerca del país que los ha acogido, mientras la voz en off del director acompaña las imágenes.
Esta propuesta fílmica sobre bodas y complicaciones que viene de Alemania prometía alguna novedad en su arranque. Después mantiene la convencionalidad y sorprende por algún enfoque contradictorio.
Se trata de una emotiva historia en la que los protagonistas, a pesar de no hablar el mismo idioma, crean una relación tan tierna como entrañable en la que las palabras pasan a ser innecesarias.
Esta secuela del personaje Borat deja de lado la elaboración densa para presentar una comicidad rápida. El chiste fácil incide en perpetuar un humor del paleolítico, donde domina la mirada masculina.
El cineasta vasco escribe y dirige una pieza que mezcla terror, drama, sensibilidad y grosería con desigual resultado. Las actrices principales se esfuerzan con valor en un guion con sonidos pero sin palabras.
Kulumbegashvili debuta con un film que funciona como metáfora existencialista de la mezcla de tradición social, religiosa y familiar. Personal y coherente en su forma, es algo obtusa y, a la vez, predecible en su fondo.
Este thriller dramático busca unificar las áreas grises de las inversiones en países en vías de desarrollo y su relación con todos los actores políticos y sociales. Con pasajes convincentes, el conjunto adolece de cierta verosimilitud narrativa.
El cine brasileño obsequia con una visión entre onírica y violenta de algunas realidades sociales. Con una voluntad de entretener y hacer pensar, la película no lo logra en todo su extenso metraje.