
Este calco argumental a la película Doraemon y el pequeño dinosaurio no tiene mucho más que aportar. Es una opción para entretener a los más pequeños, pero con sus diversos fallos técnicos y de guion no logra ser memorable.
Este calco argumental a la película Doraemon y el pequeño dinosaurio no tiene mucho más que aportar. Es una opción para entretener a los más pequeños, pero con sus diversos fallos técnicos y de guion no logra ser memorable.
La 25ª entrega del Detective Conan mantiene la coherencia de fondo y forma de la saga. Contiene los excesos de siempre pero deja un poso de valores positivos dirigido a un público amplio.
Ethan Cohen debuta en solitario con un relato de vicios desaforados, humor negro (sin humor) y de esa violencia que caracteriza a los hermanos.
Dispararon al pianista es un profundo y comprometido retrato de los grandes músicos brasileños de la Bossa Nova y todo un homenaje a los desaparecidos durante las dictaduras en Latinoamérica.
Esta secuela contaba con un material muy prometedor que quizá no llega a explotar del todo. Aun así, es una película con un elenco magistral y unos efectos apabullantes que la hacen gratamente satisfactoria.
De Caperucita a loba es una disparatada comedia que retrata situaciones humillantes que se viven en las relaciones amorosas para enseñar a reírse de uno mismo. Sin embargo, en su conjunto, no acaba de funcionar.
Cocina, historia y otros elementos que dinamizan el relato componen un film que ficciona, en gran parte, la apertura del primer restaurante. Bien rodado e interpretado, es un entretenimiento completo.
Acompañamos hasta Río de Janeiro a un grupo de amigos en plena crisis vital a sus cuarenta y tantos. El film es un intento de comedia del verano, que más que entretenimiento es una pérdida de tiempo.
Esta roadmovie es optimista, afable y con una gran banda sonora. Aunque mezcla añoranza y un humor grácil para tratar de introducir la revuelta a las nuevas generaciones, termina siendo un intento fallido de revivir la cultura mod.
Con excesiva longitud y con maestría en no pocos pasajes, el film de Hamaguchi habla con sugerencia de las heridas personales. La metáfora del coche y de la obra de teatro completan la fuerza de su trama.