
Una honorable despedida al mítico arqueólogo. Harrison Ford se pone el sombrero y empuña el látigo por última vez en una aventura entretenida, con personajes que aportan frescura y algunos guiños para los más nostálgicos.
Una honorable despedida al mítico arqueólogo. Harrison Ford se pone el sombrero y empuña el látigo por última vez en una aventura entretenida, con personajes que aportan frescura y algunos guiños para los más nostálgicos.
De una manera descarada e irreverente interpela al espectador acerca de la vida de su protagonista, una mujer inmadura e histriónica incapaz de controlar sus emociones y atracciones.
Un capítulo más de la saga Star Wars, al que no le faltan medios técnicos pero sí dimensión narrativa más allá del esquema básico y agotado en otras entregas.