
Un film de Reed Morano que tiene una trama inicial poco innovadora y un guion deficiente. Su única sorpresa es lo ineficiente que es su protagonista (Blake Lively) a la hora de matar.
Un film de Reed Morano que tiene una trama inicial poco innovadora y un guion deficiente. Su única sorpresa es lo ineficiente que es su protagonista (Blake Lively) a la hora de matar.
Una entrañable y honesta propuesta que aspira a ir más allá del mero entretenimiento. Magníficamente interpretada y con diálogos inteligentes, merece destacar entre sus semejantes.
Después de 31 años desde la primera entrega de la saga, llega un reboot igual de dinámico, aunque bastante soez y gore.