
Un “objetivo” que estira demasiado las tramas y un guion que se retuerce siempre sobre sí mismo hasta aburrir.
Un “objetivo” que estira demasiado las tramas y un guion que se retuerce siempre sobre sí mismo hasta aburrir.
Un thriller un poco enrevesado que mantiene la tensión y la incertidumbre hasta el último capítulo. Para ver, disfrutar, reflexionar y cambiar algunos hábitos.
Una gran colección que, sin embargo, podría ofrecer más contenido.
Un título que no supera los niveles elementales de la ficción del siglo actual. Tracker es tan simple que ni siquiera sabe disimular sus defectos.
Una producción alemana que confronta a buenos y malos en un escenario de robos, bandas, ansias de poder, codicia y violencia sin tapujos.
A pesar de que seguimos sufriendo con sus protagonistas, esta segunda entrega se centra en complicar la trama y en ofrecer acción y suspense.
Tercera entrega que pone punto y final a esta saga juvenil basada en las novelas de Anthony Horowitz. Intensa, fácil de consumir y atractiva. Ocho episodios para disfrutar.
Bajo el sello de su creador, The gentlemen es una serie salvajemente divertida donde la ética en el mundo de la droga conforma situaciones hilarantes que mezclan lo espiritual con la violencia descarnada en una ambientación elegante.
Trece años más tarde, unos nuevos John y Jane Smith vuelven a la pantalla para distraernos con las peculiaridades de su trabajo y hacernos partícipes de las dificultades de su relación.
Serie que engancha desde el minuto uno. Útil para entretenernos durante un fin de semana, si no se busca nada profundo ni de muy buena calidad.