
Lo bueno que tiene la novela en la que se basa se pierde porque la serie antepone el exceso dramático a la reflexión.
Lo bueno que tiene la novela en la que se basa se pierde porque la serie antepone el exceso dramático a la reflexión.
La vida del neurólogo Oliver Wolf sirve de inspiración para este drama médico. Entretiene pero no se puede afirmar que sus guionistas sean precisamente brillantes.
Este guión nórdico provoca algo sombrío en el alma y siembra confusión y falsedad entre la audiencia de carácter maleable.
Triste despedida de una historia que se cierra a lo excepcional y deja un sentimiento agridulce.
Basada en hechos reales, la historia absorbe poco a poco y regala un final redondo. Le sobra metraje y le falta delicadeza, pero es un interesante título para el público adulto.
Un oscuro crimen lleva a una oscura investigación llena de vidas también oscuras. Un drama bien hecho, pero no fácil de ver.
Aunque aporta un desenlace poco evidente, la frivolidad del título monopoliza la historia y la priva de la frescura y originalidad que prometía el tráiler.
Una serie que fantasea con un mundo apocalíptico en el que no existen buenas personas. Aunque la producción es imponente, la historia que se explica nos deja preocupados.
Para acabar de afianzar a sus seguidores, la tercera temporada de Los Bridgerton cede el protagonismo a su personaje más hipnótico. Además, no se olvida de incluir diversas escenas de sexo para mantener el tono con el que empezó.
Una adaptación que, a pesar de la oscura propuesta del guion, cuenta con una protagonista y un entorno interesantes.