Almacén 13 (T3)

En su tercera temporada, el planteamiento de la serie sigue siendo original y provechoso, una buena semilla para la imaginación, sin embargo, a pesar de los nuevos personajes y aventuras, su desarrollo es pobre y desaprovecha las posibilidades que ofrece un universo infinito de artefactos curiosos, poderosos y extraordinarios.

En su conjunto, Almacén 13 viene a ser para la ciencia ficción lo que Xena, la princesa guerrera para las aventuras mitológicas, un quiero y no puedo, aunque no se sabe si es por falta de medios o de voluntades. El humor que suena a chance, los estereotipados personajes, los casos que se resuelven a golpe de suerte o casualidad no ayudan en unas tramas carentes de fuerza e hilvanadas con diálogos insuficientes.

No obstante, esta ficción no es pretenciosa en su planteamiento y no va más allá de lo que le permiten sus medios. Sin grandes desmesuras, cuenta sus historias a un público postadolescente que puede encontrar un atractivo en las aventuras con toques de magia e irrealidad.

Almacén 13 no llega ni llegará a ser uno de esos productos de primera fila, aunque cuenta con fieles seguidores, pero cumple su función de rellenar con entretenimiento aceptable un tiempo de ocio audiovisual.

Firma: Mar Pons