Binny y el fantasma

Desde Alemania llega esta serie de producción irregular: se estrenó en 2013 con una tanda de diez episodios y no se renovó temporada hasta 2015. Se trata de una ficción para la franquicia germana de Disney Channel que cuenta, por ahora, con 14 capítulos finalizados y a la espera de concluir la segunda temporada.

Binny y el fantasma aúna misterio, fantasía, humor y aventuras en uno de los mejores productos ofrecidos últimamente al público adolescente. Posee el encanto de esos relatos que conquistan por falta de ambición. Sus personajes, caricaturas al fin y al cabo pero sin caer en lo ridículo, se envuelven en registros planos y su recorrido solo contempla la superación de obstáculos para alcanzar un fin. No hay vueltas y revueltas de guión, ni florituras, sino la simple y tradicional estructura: inicio, nudo y desenlace.

Cada episodio narra una nueva aventura que en algunos casos empujará la trama principal y en otros no. Así, descubrir un delito ecológico, perseguir a unos ladrones exconvictos u organizar el baile de la escuela llevará a los protagonistas a encontrar una nueva prueba para en el misterio de los relojes mágicos.

Sorprende gratamente que, contra todo pronóstico por tratarse de una serie de Disney Channel, en Binny y el fantasma se eluda cualquier tipo de referencia al canto, a la música, a la fama, al consumismo desmesurado, al humor simple y a los amores etéreos basados fruslerías. Esta ficción es sincera en su planteamiento y honrada en su puesta en escena. Cuenta, además, con el encanto de la inocencia, la fantasía y, en definitiva, de la normalidad.

Firma: Mar Pons