A sus dos creadores, Mitchell Burgess y Robin Green, se les conoce por haber participado en otros clásicos televisivos como Los Soprano o Doctor en Alaska. Blue bloods emana la fuerza que caracteriza a ese tipo de series que pueden llegar a tener un largo recorrido en la pequeña pantalla y convertirse en un clásico. Cuenta, por ahora (2012) con dos temporadas, pero todo indica que habrá más.
Sin duda, Blue bloods ha pretendido reflejar con seriedad el trabajo de unos hombres que creen en su país y en su profesión. No en balde, la serie incluye muchos toques patriotas, típicamente americanos. Quizá, por este motivo, el trabajo de los personajes resulta más verídico que en otras ficciones similares. El clan familiar es un buen recurso para mostrar al espectador los difíciles momentos por los que atraviesan sus protagonistas quienes, además de luchar contra el crimen, deben enfrentarse a sus debates morales internos.
La justicia se presenta como un bien deseable, aunque a veces inalcanzable y el sistema legal también se balancea en esta producción que se centra más en lo humano que en lo resolutivo o legalista.
En cada capítulo, se propone un caso fácil, una discusión familiar entre lo correcto y lo incorrecto y una trama sumergida sobre la corrupción del Cuerpo que está siendo investigada por el FBI. Es, sin duda, mucho material para poder estirar las tramas tanto tiempo como sea conveniente. Los problemas personales, siempre ligados a la familia, son parte fundamental de la carga moral de Blue bloods.
Es enriquecedora la presentación de los diferentes personajes que encarnan posturas radicalmente encontradas, en algunos aspectos, y complementarias en otros. Ya en las dos primeras entregas, el espectador ha podido situar a cada uno de ellos, y si los guionistas lo permiten, irán evolucionando gracias un una línea argumental más tridimensional que en otras series policíacas.
Los actores encajan bien en su cometido de narrar historias personales que, en el fondo, proponen siempre una reflexión al espectador. Situarse en el papel del protagonista para saber lo que uno mismo haría en las circunstancias que se narran es un logro de esta producción de la CBS. El reparto coral también ayuda a diversificar los relatos y amenizar la trama que se presenta, fundamentalmente, como un drama policial para adultos, austero en escenas de acción pero rico en emociones.
Firma: Mar Pons
Género: Serie
Subgénero: Policíaca
Año: 2010
Cadena:
Intérpretes: Bridget Moynahan, Donnie Wahlberg, Len Cariou, Tom Selleck, Will Estes
Presentador: -
Henry Reagan es el miembro más mayor de una familia casi consagrada completamente en el cuerpo de policías de la ciudad de Nueva York. Su hijo Frank es quien ahora ocupa el cargo de su padre, ya retirado. Frank es el actual jefe de policía, amigo de resolver crímenes y enemigo de las luchas políticas, y padre de Danny, Jamie y Erin.
De los tres hermanos, Erin es la única mujer y también la única que no ha ingresado en el cuerpo, aunque imparte justicia desde el tribunal siendo la mano derecha del fiscal del distrito. Del sector masculino, Danny es detective y Jamie acaba graduarse en la academia después de haber ejercido durante un tiempo como abogado.
Título original: Blue bloods
Creador: Mitchell Burgess, Robin Green
Director: -
Guión: -
Productora: -
Duración: 45'
País: EE.UU.