Es curiosa la manera que tiene Netflix de promocionar productos aparentemente atractivos que luego decepcionan inevitablemente porque no dan lo que prometen. Eso mismo ha sucedido con la propuesta de Manolo Caro tras La casa de las flores, pues se presentaba como un thriller interesante y no es más que un culebrón que hace aguas por todas partes.
En primer lugar, no queda claro su objetivo, si es que lo tiene. Está claro que pretende hacer una denuncia social de la dictadura homofóbica en la España de los años 50, pero su modo brusco, subjetivo y politizado de recrear la situación, le hace perder credibilidad. Y fuera de eso, no tiene ninguna historia que contar.
Por otro lado, hay cuestiones sorprendentes acerca del elenco y sus papeles. Los personajes parecen definidos con el único propósito de llegar a justificar el nombre de la serie. Sus conductas resultan incoherentes y descaradas, y la única explicación posible es la de conseguir llegar al asesinato que anuncia el título. Quizá por ello el reparto no acaba de convencer. Los actores jóvenes se mueven en sus registros de siempre –interpretaciones que ya se han visto en Élite o Merlí–, Cecilia Suárez parece no encontrarse en toda la temporada y su cambio de acento es ligeramente chocante. Y los más veteranos (Ernesto Alterio, Carmen Maura) no tienen mucho que hacer al servicio de un guion tan pobre.
La trama, en general, es muy previsible. El relato se mueve entre protagonistas estereotipados, situaciones exageradas y abundantes clichés. No faltan numerosas traiciones, secretos oscuros y rencillas familiares, aunque todo ello sin sorpresas. Además, es repetitiva y abusa de ciertos efectos visuales que acaban cansando. Y, por si fuera poco, tras los tres capítulos de casi una hora, la conclusión precipitada echa por tierra lo poco que se había llegado a construir.
Con todo esto, la premonición de Alguien tiene que morir no se sabe si iba dirigida a sus personajes o al espectador, que acaba, en cierta manera, en un estado de letargo provocado por el hastío de 150 minutos perdidos.
Firma: Patricia Amat
Género: Miniserie
Año: 2020
Cadena: Netflix
Intérpretes: Alejandro Speitzer, Carlos Cuevas, Carmen Maura, Cecilia Suárez, Ernesto Alterio, Ester Expósito, Isaac Hernández
Presentador: -
Gabino va a regresar a casa tras haber vivido varios años en México. Su padre planea que se convierta en el subdirector del negocio del señor Almansa y que, además, se case con su hija Cayetana. Pero Gabino vuelve acompañado por Lázaro, un amigo mexicano, y su llegada cambiará las cosas de una manera imprevisible.
Título original: Alguien tiene que morir
Creador: Manolo Caro
Director: Manolo Caro
Guión: Fernando Pérez, Manolo Caro, Monika Revilla
Productora: Netflix
Duración: 50’
País: España, Méjico
Temporada: 1