Cruel summer

Cruel Summer es el nuevo revival de los 90 que nos trae Prime Video. Por temática y algunos detalles –como la imagen de los protagonistas pedaleando sus bicis–, la serie nos traslada rápidamente a Hawkins (Stranger Things). Sin embargo, por el uso repetido de flashbacks y flashforwards, es la versión de Mujercitas de Greta Gerwig la que nos vendrá a la cabeza.

Cada uno de los capítulos se detiene a narrar los hechos que ocurrieron en una misma fecha durante tres años consecutivos. Gracias a este efecto, presenciamos el crecimiento y proceso de maduración de los personajes a una edad en la que los cambios físicos, de intereses y gustos son notables.

El guion construye el relato poco a poco. Para disfrutar de esta serie el espectador debe ser capaz de unir las piezas que se le ofrecen y con frecuencia desechar las conclusiones a las que llega. De este modo, una historia que a primera vista podría parecer predecible, sorprende y desubica.

Relatar tres años en menos de diez horas –y más con un drama de tal magnitud de por medio– obliga a sus creadores a hacer evolucionar a sus protagonistas. De entre el reparto destacan Chiara Aurelia y Olivia Holt, cuya actuación –sumada al vestuario y la ambientación adecuada– consigue hacernos creer que el tiempo pasa. Lamentablemente, no sucede lo mismo con el resto de actores, entre los que se encuentra Harley Quinn Smith quien, a pesar de vestir shorts y las típicas joyitas de la edad, resulta poco creíble.

Este proceso también va acompañado de la iluminación, que se vuelve más oscura según avanza el tiempo, como un reflejo de los traumas, los engaños y las mentiras que les rodean.

Aunque hablamos de un thriller, no se trata de una serie sádica ni desagradable. Sin embargo, la producción incorpora ciertos detalles –algunos relacionados con la violencia y otros no– que requieren algo de perspectiva y excluyen a los preadolescentes de entre la audiencia recomendada.

Con todo esto, los que más disfrutarán de la propuesta serán los adultos jóvenes, capaces de no tomarse en serio todo lo que se muestra _pero que todavía sienten cercanos los últimos veranos de la infancia y la magnitud que podían alcanzar ciertos problemas.

Firma: Júlia Nafría