DOC

Basada en hechos reales (el caso del doctor Pierdante Piccioni), esta serie italiana se toma sus licencias, como es natural. No obstante, resulta muy atractivo que este relato se inspìre en un caso del que apenas hay una veintena en el mundo entero.

En DOC, la amnesia del protagonista no tendría mayor interés si no fuera porque durante ese tiempo la vida de Fanti cambia radicalmente. Médico por vocación, el talento de Andrea siempre fue la empatía con los enfermos pero, poco a poco, ese hombre alegre, dispuesto y gran conversador con sus pacientes se volvió prepotente y distante. Con un matrimonio fracasado y una hija adolescente con la que no habla, Fanti no entiende por qué y en qué momento se convirtió en la persona que ahora dicen que es.

En este relato el protagonista tiene la oportunidad de recorrer la vía inversa para revisar sus acciones y enmendarlas. Fanti es uno de esos personajes que quiere sacar lo mejor de sí mismo y de los que están a su alcance. Así se desarrolla una historia de reconquista hacia la virtud, sin negar los errores y las dificultades, pero con el propósito de descubrir aquello que realmente hace feliz a las personas. En uno de los capítulos, el protagonista resume su actitud en una preciosa frase: “Los que hemos superado alguna enfermedad grave podemos darnos el capricho de ser mejores que antes.”

A todo esto se suman los casos médicos, las intrigas profesionales, amores y desamores y un largo etcétera, común en muchos títulos, para atraer y atrapar a su audiencia. La procedencia europea también le otorga un color particular, que no es el consabido americano, y los ritmos, las calles de Italia y los propios personajes aportan singularidad a este título que, además de entretener, apuesta por las segundas oportunidades.

Firma: Mar Pons