Invasión secreta

Hay dos formas básicas de llegar a esta serie. Una es la de aquellas personas que siguen fielmente el multiverso de Marvel. Por tanto, Invasión secreta proporciona (en teoría) una pieza más en el enorme puzzle de superhéroes creados por Martin Goodman.

Al parecer, en este caso el resultado quedó lejos de concordar con las expectativas de la exigente audiencia. La serie se ha criticado de varias formas y pocos son los que aplauden la producción. Así, nada hay que añadir a lo que ya han dicho los fans y, por tanto, no nos detendremos en este punto.

La otra manera de enfrentarse a este título, con un resultado más interesante, es la de la casualidad o la curiosidad. Si topamos con Invasión secreta y no tenemos más perspectiva que la que proponen la sinopsis y el reparto, puede que esta sea para nosotros una opción interesante de distracción juvenil o familiar.

Al margen del pesado equipaje que lleva a cuestas la franquicia Marvel, la serie puede verse sin más, sin conocer antecedentes o precedentes y es posible disfrutar de esta corta temporada sin esperar mucho a cambio. Porque si hay algo que saben hacer los héroes americanos es entretenernos.

Para empezar, cuenta con un siempre bienvenido Samuel L. Jackson. También relata una aventurrilla donde sabemos de partida quién va a ganar y, además, nos regala efectos especiales convincentes y personajes que arrastran una biografía. Todo ello ayuda a componer una narración que, a pesar de la fantasía implícita, hace que nos impliquemos en la trama.

El montaje, la ambientación, las hazañas de los protagonistas, las escenas más explosivas o, incluso, las de violencia son como todas, no innovan, pero no molestan. Al igual que la aplicación de efectos para crear escenarios imposibles o criaturas que no existen. Sin duda, Invasión secreta ha contado con un presupuesto razonable.

Pues lo dicho, en este título de Kyle Bradstreet (Mr. Robot) encontramos acción, drama, humor, algo de tensión y suspense, todo mezclado con ideales patrióticos y relaciones familiares y de amistad en un punto de inflexión. Un cóctel clásico en la industria del entretenimiento audiovisual.

Firma: Mar Pons