La casa de muñecas de Gabby

Este producto de Netflix parece especialmente diseñado para niñas, ya que está lleno de personajes coloridos –en tonos pastel, donde destacan las paletas de rosas, lilas y azules–, confeti, purpurina y abalorios. En esta estética de arco iris, aprovechando la temática de los gatitos que tanto gusta a los más pequeños, Jennifer Twomey y Traci Paige Johnson la llevan hasta el extremo: todo tiene aspecto felino, incluidos los muebles o la comida.

Entre tanta exageración, destacan los intermitentes y abundantes números musicales, la alegría constante y la ligera estridencia de la actriz que inicia y concluye cada episodio. Aún así, La casa de muñecas de Gabby tiene varios puntos a favor.

Por un lado, la estructura de sus capítulos es fija, lo que ayuda a seguir siempre el hilo. Todos arrancan en la vida real, en la habitación de Gabby. Pronto, recibe un mensaje en su buzón gatuno y se “miniaturiza” para entrar en su casita de muñecas, donde empieza la animación. Al aterrizar allí, alguno de los personajes que la habitan, suele anunciar la lista de tareas o la misión que hay que llevar a cabo, para que el público sepa siempre cómo sigue la trama. Y una vez se resuelve el conflicto, la niña vuelve a la vida real para despedirse del espectador.

Lo interesante son las estancias que llenan esa casa de juguete. Cuenta con una cocina, una sala de manualidades, una de música, una para leer… Así, dependiendo de dónde se encuentran Gabby y sus amigos, enseñan a la audiencia a hacer una cosa u otra: una obra de plástica, una receta, un cuento o una canción. Y casi todo dentro de los mismos 25 minutos.

Además, la protagonista imita un poco a Dora la exploradora cuando pregunta al público acerca de los siguientes pasos o sobre un acertijo, de manera que permite que los más pequeños interactúen en directo.

Puede que la serie peque de muchos excesos –exceso de gatos, exceso de brillo, exceso de música, exceso de actividad…– pero proporciona mucho material para que los niños estén entretenidos durante mucho rato. No solo mientras acompañan a Gabby en sus aventuras sino también luego, fuera de la pantalla, cuando pongan en práctica todo lo que los diferentes gatos han ido explicando paso a paso a lo largo de la temporada.

Firma: Patricia Amat