La chica del tambor

Dirigida por el surcoreano Park Chan-wook, y de los mismos productores de El infiltrado, esta novela de John le Carré nos arrastra por el continente europeo para dar caza a un terrorista palestino. Como suele suceder con las obras de este escritor inglés, la narrativa es compleja, los personajes intensos y la vida está llena de matices.

Así, la miniserie recoge el testigo de le Carré y Chan-wook adapta el relato con estilo propio pero con las mismas premisas. El inicio parece complicado por el cambio de secuencias y del espacio temporal. Sin embargo, a medida que uno se introduce en la trama y siente el mismo desconcierto e inseguridad que sus protagonistas, no cabe otra opción que dejarse arrastrar.

La chica del tambor nos sumerge en un abismo donde la lucha por la paz se asemeja demasiado a la venganza; donde sus protagonistas se debaten entre el deber, el hacer, la emoción y la razón; donde la verdad se encuentra en bandos opuestos; y, finalmente, donde cuesta tomar partido.

Magníficas interpretaciones, diálogos sugerentes, cuidada ambientación y filmación, todo suma en esta historia de espionaje que, con su calmada evolución, siembra grandes dosis de intriga. La chica del tambor se propone como algo más que un entretenimiento audiovisual, además, ofrece un debate moral y una inquietante versión de la historia no tan lejana ni ficticia de la humanidad.

Firma: Mar Pons