Los pacientes del doctor García

En realidad, nuestra Guerra Civil ya es un tema demasiado manido para poder aportar algo nuevo al mundo audiovisual. Y, Los pacientes del doctor García tampoco lo consigue. Esta historia de Almudena Grandes utiliza el escenario de la guerra y el cebo de un guapo doctor para narrar bobas relaciones entre personajes de molde estándar (en especial las mujeres del reparto). Quien acude a un relato de Grandes ya sabe a lo que va a ver.

La aparición de algunos personajes que existieron en la época comentada (por lo menos sus nombres) parece que da verosimilitud esta ficción. No obstante, Los pacientes del doctor García no pretende ser una crónica sino un libreto de pasiones políticas, profesionales y románticas, sobre todo las últimas. Aunque estas, más que pasiones románticas son un “aquí te pillo, aquí te…”.

Lo esperado: rojos contra fachas. Unos malos y otros peores. Lo inesperado: vocabulario barriobajero hasta en las fiestas elegantes. Mujeres fáciles y hombres apocados. Lo molesto: un guión irregular con ideas corrientes. La incógnita: ¿por qué nos conformamos con historias como estas?

Sería injusto no reconocer el buen trabajo de ambientación, de vestuario y de algún que otro actor (aunque los personajes no dan mucho de sí). Por lo demás, esta ficción enturbia los corazones y los conflictos, medio secretos, medio conspiranoicos que son lo que mejor funcionan, no consiguen que pasemos por alto tanta maldad y tanta vacuidad. Un ejemplo de que la producción audiovisual ya se conforma con poco, con muy poco.

Firma: Mar Pons