Mar de la tranquilidad

Mare Tranquillitates es el lugar amplio y llano donde el 20 de julio de 1969 descendió el módulo lunar de la nave Apolo 11, con los astronautas Edwin Buzz Aldrin y Neil Armstrong. Este término inspira el título de la nueva serie de Netflix que toma la luna como principal escenario.

Es llamativo pensar que la propuesta Mar de la tranquilidad es la adaptación de un cortometraje dirigido por la misma persona: The sea of tranquility. Curioso, porqué su director ha retomado una trama concebida para explicarse en pocos minutos y ahora la estira al máximo y consigue rodar ocho horas de acción.

Algunas caras del reparto empiezan a ser conocidas. Entre los distintos miembros de la tripulación, encontramos a dos actores que participaron en la conflictiva serie El juego del calamar. Reconocemos los rostros de Heo Sung-tae, el “jugador 101”, y a Gong Yoo, al que vimos como el reclutador del Squid Game, que ahora encarnan dos de los papeles protagonistas.

En un mundo en el que reina la desesperación a causa de una sequía y donde los litros de agua están racionados, no debe extrañarnos encontrar episodios de violencia que, aunque puntuales, son bastante explícitos. Estos momentos de más acción –movidos por el rencor, la obediencia ciega y el instinto de supervivencia–, se contraponen a la característica lentitud de los movimientos en el espacio.

Entre los diversos temas que plantea la serie –relacionados con la ciencia y la investigación– se abre un pequeño debate en torno a la clonación y a la experimentación con seres humanos que no se acaba de definir.

Eso sí, no podemos dejar de elogiar los decorados y vestuario preparados al detalle, ni las imágenes que recrean el universo de una manera maravillosa.

Un título concreto que gustará a los no esperen nada de él. Quienes hayan llegado siguiendo el rastro de El juego del Calamar no encontrarán aquí –por suerte– su secuela. Y, a quienes les gustan las historias del espacio, probablemente disfruten más volviendo a ver la actuación de Matt Damon en Marte.

Firma: Júlia Nafría