Muertos S.L.

Muertos S.L. empieza pareciendo lo típico que uno ve cuando acaba su serie favorita y no encuentra nada más que lo complazca. Sin embargo, a medida que avanza, se vuelve brillante y el espectador se alegra de haberle dado una oportunidad, pues es un producto divertido y lleno de humanidad.

Como era de esperar, cuenta con unos personajes excepcionales, a los que vale la pena contemplar y disfrutar. Además, el casting seduce rápidamente a la audiencia con sus papeles y las situaciones hilarantes en las que se encuentran. Sin darse cuenta, el público acaba encandilado de una viuda septuagenaria que quiere dirigir una empresa sin experiencia previa, su yerno incompetente pero lleno de entusiasmo y todos los trabajadores que los rodean.

Tiene una historia de fondo #MeToo que quizá moleste algo, pero esta comedia ligera está plagada de humor negro, es ágil y tiene una duración casi perfecta –los episodios duran 30 minutos–. Con acidez y buen ritmo se convierte en una temporada bastante original, que arranca más de una carcajada y deja con ganas de más.

Firma: Patricia Amat