Salvation

La primera temporada tiene todos los ingredientes de una serie eficaz porque, a pesar de muchos tópicos: (Pentágono, asteroide, Apocalipsis, asesinatos, amores…), la manera de combinar estos elementos es ágil y original. Los personajes secundarios circundantes también son importantes en la trama y se trazan con coherencia.

Cada capítulo sorprende con un giro y va desvelando quién es quién, ya que no siempre todo es lo que parece. De esta forma, la audiencia puede conectar con la trama y disfrutar con las sorpresas, que se van presentando muy bien hilvanadas. La primera entrega deja con ganas de más.

No obstante, la segunda temporada es un despropósito. Todo lo que la primera tenia de atractivo lo pierde vertiginosamente en la continuación. Los nuevos personajes no tienen un enganche real, las historias se desbaratan y se cae en tópicos amorosos muy desacertados e inconsistentes.

Sin embargo, el equipo de guionistas no pierde la esperanza y, esperando una tercera entrega que nunca llegó, se escribe un final absurdo y sin un cierre lógico para las dos temporadas vistas. Un amargo final.

Firma: Rosamaría Aguilar