She Hulk: Abogada Hulka

Jessica Gao, la creadora de la serie, afronta grandes desafíos al ponerse al frente de She Hulk: Abogada Hulka. Por un lado, deshacerse de la etiqueta de que su protagonista sea una versión femenina de Hulk. Cosa que consigue sin muchos problemas, ya sea por el carácter de la protagonista (totalmente alejado del de su primo), por la frivolidad con la que se presenta el drama o por las directas alusiones al tema.

Por otro lado, hacerse un hueco en el abarrotado universo Marvel. Un logro nada despreciable al que llega gracias a un guion que rompe la cuarta pared. Con ello, la protagonista da crédito a lo que pueda estar pensando el espectador a la vez que arremete contra las incongruencias del fantasioso guion.

Por último, contar algo nuevo. Y quizá no sea este su punto fuerte. She Hulk: Abogada Hulka es una ficción de entretenimiento en la que los posibles conflictos personales solo navegan por la superficie de la trama. En el mundo de Hulka, nada es serio ni duradero, así que la audiencia tampoco debe ofrecerle credibilidad. Aunque sí podrían extraerse algunas reflexiones sobre la aceptación, la soledad, la manipulación de los medios de comunicación y las relaciones utilitaristas.

Su visionado se hace ameno gracias a los cameos de personajes que provienen de otros títulos, a las alusiones a los problemas más comentados en las redes de las franquicias de Marvel, a la variedad de asuntos y tramas, a la despreocupación aparente de su protagonista y a la corta duración de sus episodios.

Cancelada tras una sola temporada, la pérdida no es significativa. Sin embargo, se echan de menos propuestas que arriesguen como lo ha hecho She Hulk: Abogada Hulka, pero sin embarcarse en grandes presupuestos que es lo que, al final, ha enterrado este entretenido y ligero título.

Firma: Mar Pons