Small Axe

Steve McQueen, director nominado al Oscar por 12 años de esclavitud, se estrena en televisión con esta miniserie concebida por él mismo como una serie antológica de cinco películas. Small Axe debe su nombre a la popular canción de Bob Marley, en la cual se entona: “Si vosotros sois el árbol grande, nosotros somos el hacha pequeña”. Con esta cita, el director propone, desde un inicio, una declaración de intenciones y nos aclara que, ante todo, estamos frente a una historia de comunidad en una época muy concreta.

Ambientada entre las décadas de los sesenta y los ochenta en la ciudad de Londres, la miniserie retrata el racismo patente y las diversas formas en cómo se perpetuaba. Algunas de las películas están basadas en hechos reales, otras inspiradas en sucesos acontecidos durante esa etapa, pero todas ellas proponen un relato sobre la discriminación y las injusticias raciales que nos invita a reflexionar.

Entre los cinco largometrajes que componen esta sumersión de McQueen en el formato seriado, todos ellos forman un conjunto que unido es más rico y significativo, pero que se sostienen individualmente y desprenden una personalidad única, abordando distintos géneros entre sí.

Small Axe se abre con El Mangrove, una sólida y apasionante película judicial que relata la resistencia de una comunidad y el reconocimiento jurídico de la existencia de un racismo sistemático. A partir de ahí, el director se mueve en propuestas más experimentales como Lovers Rock, un canto  de celebración y la puesta en escena de un espíritu colectivo; otras películas más al uso como en Rojo, blanco y azul, historia real sobre Leroy Logan y su intento de promover un cambio desde dentro del cuerpo policial; un biopic sobre Alex Wheatle que nos habla de la búsqueda del sentido de comunidad y, al mismo tiempo, de la propia identidad; y, por último, Educación, una coming of age story que nos aproxima a una sobrecogedora narración sobre el racismo ejercido en la discriminación educativa.

Cada capítulo cobra fuerza por uno de los grandes puntos fuertes de la serie: el reparto. Desde unos vigorosos Shaun Parkes y Letitia Wirght, pasando por un John Boyega –recientemente galardonado con el Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto por su papel en la serie–, hasta un revelador Kenyah Sandy. A todos ellos, se suma una puesta en escena que respira personalidad y muestra una realización cuidada en cada uno de sus detalles. Cuenta, además, con una fotografía que nos hace viajar de lleno a una época –y, en ocasiones, a un sentimiento–, y una banda sonora cautivadora que toca diferentes géneros e inevitablemente se nos queda en la memoria.

Con todo, Small Axe es una experiencia que invita a la reflexión, no apto para aquellos que busquen una serie ligera, ágil y con mucha acción para consumir como simple entretenimiento. Pero, si uno está preparado, esta espléndida miniserie nos promete un viaje histórico, narrativo y emocional único. Nuevamente, nos encontramos ante un proyecto que diluye, si no lo está ya, la línea entre el buen cine y las buenas series y demuestra cómo, en una era donde estas últimas están cogiendo protagonismo debido a las plataformas streaming, se pueden encontrar verdaderas obras de calidad.

Firma: Yoel González