Spinning out

No podemos negar que la trama de Spinning out tiene su atractivo. Al fin y al cabo, se trata de una historia de lucha y superación personal de una patinadora que, a pesar de padecer una afección mental, lucha por triunfar en un deporte de alta competitividad. Sin embargo, aunque el planteamiento habla a su favor, el producto final no cumple con las expectativas.

El problema se encuentra en que la producción no se centra en contar esta aventura. En cada nuevo episodio, el guion se complica más, con la idea de abarcar cualquier situación para que todos los espectadores puedan verse reflejados en alguno de los dilemas. Tenemos dos personajes con trastorno de bipolaridad y una madre soltera con dos hijas de distintos padres. Presenciamos el nacimiento de un bebé prematuro, un caso de abuso sexual y muestras de racismo, entre otros.

Con todo esto, Spinnig out se convierte en una historia que no es para disfrutar. Sus protagonistas viven en incesante sufrimiento, y este dolor se manifiesta en una constante tensión familiar, mensajes de odio hacia los demás y desconfianza entre hermanos y amigos. Esta posición se pretende arreglar con una escena final metida con calzador en la que se evidencia que el amor de la familia es incondicional. Se trata de unos minutos que no compensan las casi diez horas de antipatía que hemos presenciado.

En este escenario desolador, solo encontramos un personaje que, teniendo también un pasado muy complicado, es capaz de mostrar optimismo por la vida y empatía ante el sufrimiento ajeno.

Eso sí, no podemos negar que las imágenes de los entrenamientos y las competiciones son espectaculares. La cámara recorre la pista de hielo siguiendo el ritmo de los patinadores y situando siempre al espectador en el mejor lugar para observar los saltos y piruetas. Los amantes del deporte disfrutarán de estos momentos y, quienes no se consideran admiradores, seguro que también.

Parece que Netflix no va a renovar la serie para una segunda temporada. En caso de que lo hagan, los guionistas tendrán una tarea complicada para idear diez nuevos capítulos que avancen al ritmo de la primera.

Firma: Júlia Nafría