Sydney y Max

It’s a Laugh Productions trae una nueva serie a Disney Channel. Al estilo de Coop y Cami o Flipante Noa, el argumento de Sydney y Max gira en torno a los adolescentes, el instituto y las nuevas tecnologías.

Aunque sigue un esquema que ya conocemos (casas enormes, habitaciones repletas de cosas y risas enlatadas), la productora incorpora algo nuevo: el uso recurrente del flashback. Gracias a esta herramienta, vamos conociendo a la par la vida de Sydney y los recuerdos de su padre, Max, cuando tenía su misma edad.

Estos viajes en el tiempo van comparando el estilo de vida de los jóvenes actuales con los de inicios de los 90. Los gags harán reír especialmente a quienes hayan vivido esas situaciones en su propia piel y reconozcan los objetos, las actitudes o las frases de moda del momento.

En cuanto al reparto, si hay algo que podemos celebrar, es que la sobreactuación de las figuras adultas que tanto caracteriza a estas producciones desaparece –casi– por completo.

Eso sí, la serie pretende tocar todos las cuestiones que están tan en auge en este momento. Como en Gabby Duran: alien total volvemos a encontrarnos con la imagen del padre soltero. También muchos de los episodios desarrollan su trama alrededor del feminismo, el cuidado de los animales, la comida healthy, etc.

Sydney y Max es, en resumen, una propuesta sencilla que solo pretende hacer pasar un rato. Si incorpora temas que alguna veces pueden generar conflicto, no es más que por contentar a todos.

Firma: Júlia Nafría