The Boys (T2)

La segunda temporada se presenta con el aval de una tercera confirmada y con una nueva estrategia: el retorno al episodio semanal. El fin de esta propuesta de signo más tradicional es alargar la pervivencia del producto y sedimentar más su poso entre fans y seguidores.

Lo cierto es que las aventuras coordinadas por Eric Kripke han atemperado cierta crudeza, más habitual en la primera temporada; o quizá es que el espectador se ha acostumbrado. No obstante, cada capítulo sigue salpicando aquí y allá la pantalla y los estómagos para lograr alguna exclamación.

En este sentido, The boys (2T) podría haberse alejado de la procacidad visual, así como de un subrayado innecesario de los apuntes más enfermizos de los personajes. ¿Por qué? Porque mantiene una solidez narrativa que está no solo en la estructura de temporada sino en cada entrega de 60 minutos.

Además, la mezcla de superhéroes sociópatas con algunas fragilidades reconocibles y, hasta cierto punto, comprensibles, se conjuga muy bien con los personajes que mantienen cierta inocencia o bien, otros, un residuo de bondad y posibilidad de redención. Todos ellos generan un paisaje con distintas tonalidades y profundidades de campo de roles, arcos heroicos y antiheroicos.

Como en la primera parte de esta serie de Amazon Prime, la música, con especial énfasis en algunos videoclips de los 80, hace mella en la tendencia nostálgica que vivimos y se engarza con un punto pop controlado en el estilo de trama.

Firma: Lourdes Domingo