Trigger Point (T2)

En esta segunda entrega, la vida de Lana Washington (Vicky McClure) sigue siendo complicada. Los ataques terroristas se modernizan y las relaciones personales y familiares de la artificiera no pasan por su mejor momento.

Venimos de una primera entrega en la que los personajes y sus vivencias personales ocupaban un lugar relevante. Sin embargo, como ya les conocemos, el foco de atención se centra ahora en la acción y en una trama de corrupción y violencia que amenaza a todo el Reino Unido. Esto le otorga a Trigger Point la oportunidad de no convertirse en un título demasiado empalagoso ni repetitivo.

El suspense y las investigaciones, junto con la impotencia del grupo de artificieros y de la policía, envuelven a su audiencia en una escalada de violencia reivindicativa que no conoce ni la empatía ni la compasión. De esta forma, sin dejar de seguir la evolución sentimental de sus protagonistas, la serie se enmarca en el ámbito del thriller y de las operaciones policiales.

Con sobresaltos que demuestran que sus guionistas tampoco tienen demasiado apego por sus personajes (cosa que se agradece, aunque no siente muy bien), estos giros de guion proponen un incierto final. Así, el espectador no tiene más remedio que esperar al final para ver hasta dónde son capaces de llegar sus creadores.

Tensión, adrenalina, suspense y acción se conjugan con la lucha individual y colectiva de sobreponerse a las tragedias y a las pérdidas personales. Y, aunque los acontecimientos se suceden a un frenético ritmo inverosímil, Trigger Point es una opción interesante para entretenerse y angustiarse a partes iguales, o casi.

Firma: Mar Pons