Cuerpo de élite (serie)

Hace un par de años, Antena 3 produjo una película con el mismo título y, aunque brillante en algunos momentos, bastante prescindible. Con esta adaptación seriada, Antena 3 ha conseguido lo que solo se podía intuir en el largometraje. Una de las cosas que sorprende (y para bien) de Cuerpo de élite es su conseguida sátira social, vestida con inteligentes, ágiles y ácidos diálogos en la mayoría de casos y siempre certeros en su punto de mira. No parece que haya nada dejado al azar. Incluso los estereotipos, aún siendo de lo más trillado, se componen con estilo propio y ciertos toques de ingenio.

No cabe ninguna duda de que el reparto, el gran reparto, es uno de los secretos del éxito. Joaquín Reyes, Ana Morgade, Antonio Garrido, María Botto, Cristina Castaño y Álvaro Fontalba pueden lucirse gracias a unos personajes, a un guión y a unos matices que, además de enriquecer la serie, proporcionan al actor herramientas para trabajar. Este reparto coral cuenta también con el apoyo de cameos bien encontrados y, hasta ahora, también refrescantes. Quizá se echan de menos más escenas del Ministro y sus subalternos (siempre geniales) y puede que acaben sobrando historias más evidentes de relaciones entre los compañeros, por su falta de originalidad y de capacidad para sorprendernos o emocionarnos.

En cualquier caso, ver Cuerpo de élite es una experiencia divertida y, si además empatizamos con alguno de sus personajes, se convierte en una cita semanal imprescindible. Aunque hay que tener en cuenta que el título solo busca ofrecernos un pasatiempo fácil, sin más meta que la de entablar una conversación con nuestro sentido del humor. Para ello se aprovechan de una realidad que muchas veces supera la ficción: los escándalos políticos, desmadres de los famosos , cotilleos propios de la prensa rosa y amarilla, etc. Todo ello sirve de escenario para unas historias atropelladas, absurdas e increíbles contadas con gracia y equilibrio. Veremos si aguanta así toda la temporada.