Gotham

Que lástima, podía haber sido una gran serie. Dispone de un montaje fabuloso, con ritmo, un sonido espectacular y una fotografía también muy buena, con iluminación un punto oscura. Si la miramos de lejos parece una buena producción de Hollywood.

Pero cuando uno tiene que pasar un rato delante del televisor para ver esta serie descubre que no le aporta gran cosa, solo entretenimiento y espectacularidad. Quizás sea un buen medio de evasión a los problemas cotidianos pero nada mas. Puede que por falta de presupuesto. Durante la serie, esto se nota porque hay poco figurante y los algunos personajes no está bien definidos, como si no tuviesen alma. O puede que por una producción errática que se distribuye una buena cantidad de presupuesto en algunas áreas –efectos de post-producción por ejemplo–, y muy poco en otras, guión y equipo artístico.

Algunos personajes, los villanos, están conseguidos y los actores los interpretan bien, pero el papel de Gordon –interpretado por Ben McKenzie–, a pesar de ser el protagonista, está poco definido y su interpretación recuerda a las de Russell Crowe, siempre poniendo la misma expresión en todas las secuencias.

Para colmo, con la intención de ahorrar costes, el ritmo de rodaje en esta serie es muy frenético y, como consecuencia, aparecen errores de racord (ilustrados en las imágenes de abajo) que, cuando el espectador los ve, pierde el feeling del capítulo, si es que lo tiene, para soltar unas risas.

Los efectos visuales y de sonido se transforman en un exceso de crudeza visual y, así, atraer a una audiencia juvenil que es la que comenta estas series por redes sociales.

Firma: Josemaria Rossy