Liv y Maddie

Liv es una estrella de la televisión, preocupada por su aspecto físico y popular entre los chicos, mientras que Maddie lidera el equipo de baloncesto y prefiere un buen entrenamiento a una fiesta. Disney confía a la joven Dove Cameron (Seattle, 1996) el doble papel que interpreta en la serie. 

Los jóvenes espectadores se enfrentan a un nuevo producto en el que no hay cabida para la inteligencia, el ingenio o la originalidad. Nuevos rostros para los personajes de siempre. Estentóreas  actuaciones de tramas simplistas, engañosas situaciones de falseados sentimientos y ligeras propuestas que atraviesan la línea hacia la estupidez más acaramelada. 

Así, la oferta de este canal preadolescente vuelve a caer en una serie que solo puede aportar un mimetismo absurdo si se consume sin medida. Un espacio que se dirige con descaro al público femenino y que incita a la superficialidad de los valores esenciales: la familia, el papel educador de los padres, las relaciones de amistad o de noviazgo. 

Con algunos toques de humor y una revisión de la puesta en escena, que incluye comentarios a cámara, Liv y Maddie no sobresale de la media entre todo el conjunto de ofertas similares.

Firma: Mar Pons