Manhattan

Es complicado escribir un guión de una serie así. El espacio donde transcurren las historias es un único escenario –solo en la base militar de loa Alamos– y los guionistas tienen que estrujarse el cerebro para sacar los capítulos adelante. Pero esto lo logran muy bien. Aunque la serie no es históricamente exacta, hay muchos hechos y algunos personajes reales, como jefe científico Robert Oppenheimer. Sin embargo, no aparecen otros colaboradores del Proyecto Manhattan, tales como los premios Nobel Enrico Fermi y Emilio G. Segrè.

Aun así la ficción es muy creíble y, a pesar que en ocasiones los diálogos son un “pelín” técnicos, se hace amena. Durante los capítulos se combina el drama de la vida cotidiana con la parte histórica: el secretísimo de la base, la fabricación de la bomba y las dudas morales que surgen por trabajar en el Proyecto Manhattan.

Técnicamente es estupenda, un color vintage como si se tratase de una película antigua y con pocos efectos visuales, ya que no son necesarios. Los personajes están bien definidos en general, algunos de ellos se cuestionan moralmente lo que están desarrollando y si el fin puede justificar los medios. Manhattan está siendo una de las grandes apuestas de la WGN-TV para defender su audiencia contra la cantidad de cadenas por cable que están surgiendo.

Firma: Josemaría Rossy