Una serie de catastróficas desdichas (serie)

Basada en los libros juveniles del escritor Lemony Snicket (pseudónimo de Daniel Handler), es el propio Handler quien adapta los guiones de esta serie difícil de catalogar.

Difícil porque no se sabe a quién puede gustar, si a los adultos, a los jóvenes o a los preadolescentes. La serie tiene ingredientes para cada uno de estos públicos, pero quizá, la oscuridad de sus intenciones y su trasfondo perturbador ahuyenta a los más jóvenes.

También la ironía, las segundas lecturas y los guiños al espectador seleccionan una audiencia que, sin duda, debe simpatizar con el excéntrico guión, los peculiares personajes y las alocadas e inverosímiles tramas. Por su parte, la infantilización de personajes, historias, conflictos y resoluciones, puede que espante al consumidor más tradicional. Y, por último, los jóvenes parecen más acostumbrados a ver series de corte más clásico, con acción, efectos y tramas simples, lo que puede suponer un impedimento para que congenien con las desgracias de los niños Baudelaire.

El imaginario de Lemony Snicket

Visualmente es un mágico espectáculo de imaginación. A nivel descriptivo regala chispazos de ingenio y, en conjunto, la serie resulta atractiva por su originalidad narrativa. Sin embargo, no es un producto para grandes audiencias por su singular embalaje y por lo disparatado de su propuesta. Decepciona al contemplar las posibilidades no aprovechadas y, en especial, desentona el maravilloso trabajo visual con el tramposo trabajo de guion (diálogos, voz en off, etc.)

Los que por fin hayan entrado en el estrafalario universo que propone Lemony Snicket encontrarán un producto singular, bien hecho y con golpes certeros de humor. Un espacio para disfrutar de un relato diferente, en una atmósfera de fantasía y donde todo es posible. No hay límites para el malvado Olaf quien, no obstante, siempre tiene las de perder. Y el resto de personajes cubren un variado elenco con personalidades propias y objetivos concretos. Una serie de catastróficas desdichas es literalmente una serie de catastróficas desdichas.