Wolfblood

Wolfblood es la serie sobre licántropos que la BBC ofrece para el público preadolescente. Una nueva opción en esta época tan poblada de producciones fantásticas protagonizadas por todo tipo de seres sobrehumanos.

La serie posee el sello indiscutible de la producción británica. El guión alberga más trabajo narrativo que de acción. Este hecho le otorga temple a la exposición de los acontecimientos. A diferencia de las series americanas, Wolfblood no recurre a los excesos acrobáticos y de efectos especiales para cubrir las carencias argumentales. A pesar de todo, se nota un presupuesto ajustado y el resultado final condena este producto a la lista de las series b de una productora tan aclamada como la BBC.

Tampoco sobresale en el uso de los diálogos que resultan muy convencionales, predecibles y, a veces, forzados. Las tramas, por su parte, son irregulares según los capítulos pero, en general, plantean posibles conflictos emocionales de la adolescencia. La identidad personal, la aceptación del grupo, la verdadera amistad, el aparentar, la familia o la lealtad son apuntes, sin demasiada profundidad, sobre los que se desarrollan las historias.

Con buenas intenciones, la serie avanza con cautela sin saturar al espectador que debe cultivar la paciencia para conocer la evolución de los protagonistas y su atípica situación personal. Esta mesura choca estrepitosamente con la tendencia actual. Quizá por ese motivo se aprecia más esta ficción que, en otro contexto, no pasaría de ser aceptable.

Firma: Mar Pons