Steve McQueen nos hace viajar a un contexto ampliamente tratado en el audiovisual, pero logra impregnarlo de su visión diferencial. Aunque cae en una extrema prudencia, su resultado acaba siendo más que satisfactorio.
Steve McQueen nos hace viajar a un contexto ampliamente tratado en el audiovisual, pero logra impregnarlo de su visión diferencial. Aunque cae en una extrema prudencia, su resultado acaba siendo más que satisfactorio.
Pilar Palomero nos regala una preciosa adaptación llena de luz y humanidad. Con una realización medida y cercana y unas destacadas interpretaciones, la historia es un abrazo certero al corazón y nos hace reflexionar con esperanza.
Un agridulce drama social en el que Ladj Ly recupera la tenaz denuncia de la que hizo gala en Los miserables, pero pierde destreza en su ejecución y la brillantez en el despliegue de sus elementos.
Este documental desigual se podría dividir en dos partes independientes. Si bien mantiene una cierta aleatoriedad en la realización que no lo hace distinguible, tras él se construyen mensajes positivos y una defensa de la fe.
Ken Loach propone una historia de fuerte calado social que, a pesar de la artificiosidad de ciertos diálogos y escenas, se muestra bienintencionada en su voluntad por transmitir mensajes de solidaridad, generosidad y empatía.
Un texto poético sobre ballenas convertido en un documental visualmente bello, musicalmente estimulante y completamente inmersivo. Afianza importantes mensajes ecologistas y diversos aprendizajes.
Lyna Khoudri deslumbra con su brillante papel de bailarina en un relato duro pero optimista. Su personaje logra inspirar a la audiencia, rodeado de grandes secundarias y con una puesta en escena vibrante.
Tom Hanks y Mariana Treviño son un dúo encantador que protagonizan una divertida historia convencional. Aunque es predecible, este título tiene un gran corazón que inspira a recuperar las ganas de vivir.
Juliette Binoche deslumbra como trabajadora de limpieza en un film que denuncia la precariedad laboral y la diferencia de clases. Su discurso es irregular y plantea cuestiones complejas pero deja una sensación general agradable.
Aita Mari es más que un barco o un film, es una posibilidad de vida para todas aquellas personas perdidas en medio del Mediterráneo. La cinta contiene imágenes y testimonios desgarradores que sobrecogen al espectador.