
La última entrega de los Digimons se convertirá no solamente en un regalo de despedida para los que crecieron con las aventuras de las digimascotas, sino también en una lección para niños y adultos sobre lo que significa crecer.
La última entrega de los Digimons se convertirá no solamente en un regalo de despedida para los que crecieron con las aventuras de las digimascotas, sino también en una lección para niños y adultos sobre lo que significa crecer.
Esta película de acción no brilla por su originalidad, pero cuenta con escenas ocurrentes y genuinamente divertidas que la convierten en una propuesta curiosa y entretenida de ver con Bob Odenkirk como protagonista.
Aunque la propuesta de Liman es una sucesión de estereotipos y lugares comunes, el filme cuenta con un planteamiento original y algunas escenas tiernas que la convierten en una opción fácil y entretenida de ver.
Earwig y la bruja es una decisión arriesgada de Studio Ghibli que pasa sin pena ni gloria debido a la simplicidad de su trama y se sostiene gracias al carisma de la protagonista, muy parecida a otros personajes de la compañía.
Yeon Sang-ho nos ofrece una típica producción postapocalíptica, construida alrededor de una historia simple. Gracias a ello, podemos disfrutar en todo momento de las escenas de acción, eso sí con un elevado nivel de violencia.
A pesar de ofrecer valiosas lecciones, el enfoque polémico de algunos temas y un montaje fácilmente mejorable, hacen de este documental una pieza poco interesante para todo aquel que no comparta sus valores.
Se trata de una emotiva historia en la que los protagonistas, a pesar de no hablar el mismo idioma, crean una relación tan tierna como entrañable en la que las palabras pasan a ser innecesarias.
Una sucesión de épicas batallas con espectaculares efectos especiales que olvida que también se necesita una buena historia para que una película funcione. Godzilla vs. Kong ofrece ni más ni menos que lo que el título sugiere.
James consigue crear un clima de tensión constante, a la vez que elabora una metáfora con el monstruo que se esconde en la casa y la demencia de Edna. Aun así, se trata de una película de terror poco efectiva.
El debut de Just Philippot pretende dibujar un retrato sociopsicológico de la situación de desequilibrio que vive la humanidad, pero se queda en otro drama familiar más con toques de terror. Destaca la actuación de Suliane Brahim como protagonista.