
Laura Mañá dirige una comedia que logra su objetivo de hacer reír. El título cuenta con un elenco solvente, canciones pegadizas, conversaciones divertidas y una historia más profunda de lo que parece inicialmente.
Laura Mañá dirige una comedia que logra su objetivo de hacer reír. El título cuenta con un elenco solvente, canciones pegadizas, conversaciones divertidas y una historia más profunda de lo que parece inicialmente.
Estructurada en capítulos, esta cinta se pierde en el melodrama de su romance fatalista y no llega a ser el film noir que parecía. A pesar de ello, cuenta con un buen reparto y una ambientación cuidada y elegante.
La ópera prima de Michael Sarnoski no es la película de venganza que puede parecer. Al contrario, sorprende por su seriedad, su emotividad y la profundidad del tema que refleja. Nicolas Cage despunta con su actuación.
Esta entrega de Thor es extravagante, divertida y con personajes bonachones. Sin embargo, algunas escenas con tono más adulto la alejan de la audiencia infantil, empañando esta aventura que podría haber sido para toda la familia.
De un sueño a una mágica realidad y de una realidad manipulada a un sueño destruido. Así es el camino de la marca Disney.
La biografía de Siegfried Sassoon era más prometedora de lo que logra captar Benediction. El film empieza a decaer cuando se centra en los amoríos del protagonista y se convierte en un relato artificial y demasiado largo.
El film no es un homenaje a Bergman ni pretende imitar su obra. Es cine dentro del cine, con una segunda trama que rompe el ritmo sin aportar nada. Al final deja la sensación de estar perdida en sus reflexiones.
Josiane Balasko y Didier Bourdon protagonizan una comedia agradable con una buena historia y algunas reflexiones. No destaca entre sus semejantes pero ameniza un buen rato a los que no busquen más que sonreír un poco.
Esta comedia sobre aplicaciones de citas contaba con una premisa sugerente pero no llega a despegar a causa de un humor absurdo, unas interpretaciones un poco forzadas y una trama ligera que no aporta ninguna reflexión provechosa.
Este homenaje a Elvis Presley cuenta con un despampanante despliegue visual y una banda sonora extraordinaria. Pero, por encima de todo, brilla la sobresaliente interpretación de Austin Butler, que imita casi perfectamente al rey.