Manuela Martelli debuta con una película homenaje a las personas que sufrieron la dictadura de Pinochet. Lo mejor del proyecto es, sin duda, la confección de la protagonista y su intérprete.
Cliff Walkers es un gran juego de contrastes. A la crueldad y a la violencia explícita se contraponen la elegancia del reparto asiático y una fotografía espléndida que acompaña constantemente.
Gray revisita su niñez en Queens en un film conmovedor y reflexivo. Aunque el relato puede confundir y la coyuntura que expone es dura, el elenco hace gala de unas buenas interpretaciones que afianzan el mensaje.
La Galicia despoblada es el escenario de este violento thriller. Con una actuación excelente y una lograda tensión constante, As bestas se convierte en uno de los trabajos más reconocidos del director.
Memorias de París es una historia de superación de una superviviente del atentado de 2015. Virginie Effira hace un gran trabajo interpretando a una víctima que ha borrado sus recuerdos y trata de reconstruir los hechos.
Una aventura muy original y diferente que se tiene que jugar obligatoriamente en cooperativo.
Centrada en el drama de la inmigración, Tori y Lokita es una obra de denuncia social sin estridencias, protagonizada con una naturalidad que conmueve y que refuerza su mensaje a través de contrastes.
Se trata de un relato sorprendente. Aunque tiene un planteamiento muy atractivo, No mires a los ojos pierde interés según avanza la historia y se descubren las peculiaridades de los protagonistas.
David O. Russell reúne a muchos actores de renombre en un largometraje con una fotografía fascinante. Sin embargo, se centra tanto en el aspecto visual que descuida un poco lo que quería decir.
Un trayecto en coche compartido a través de una aplicación acaba siendo la pesadilla de su conductor. El ritmo ágil del film, su elenco y la banda sonora que acompaña hacen que esta comedia de carretera funcione.