
Tratar de comprimir una década en una hora fuerza un ritmo acelerado que descuida a los personajes y su contexto. A pesar de ello, estamos ante un film lleno de humor y con unas interesantes conclusiones, que hace pasar un buen rato.
Tratar de comprimir una década en una hora fuerza un ritmo acelerado que descuida a los personajes y su contexto. A pesar de ello, estamos ante un film lleno de humor y con unas interesantes conclusiones, que hace pasar un buen rato.
El guion de Marie Vien invita a emprender un viaje a un país asiático para seguir a la protagonista en busca de paz interior. Se desarrolla con lentitud a través de hipnóticos paisajes exóticos y llamativos.
Llega una nueva entrega de la saga inspirada en la vida de Ed y Lorraine Warren. Esta vez, el film retorna, parcialmente, a cómo su primera entrega trabajó lo argumental, narrativo y la capacidad para suscitar terror.
Acción, emoción y violencia en las calles de Svalegarden, Dinamarca. Una historia repleta de acción en un thriller donde esperas con ansias saber cómo se las apañan los protagonistas para sobrevivir.
Buceamos por la oscuridad, el hermetismo, los secretos y los traumas de los protagonistas. Emergemos con falta de oxígeno y de vitamina D.
La necesidad de echar a los hijos de casa para recuperar la rutina matrimonial desencadena una serie de situaciones divertidas que hacen pasar un buen rato. Además, cuenta con una duración ajustada y un buen trabajo del elenco.
Un drama muy actual que se muestra amable gracias a la ternura de sus personajes, a un desarrollo poco apresurado y a un final optimista.
El nuevo film de Philippe Falardeau propone una mirada melancólica y original, pero con sentido del humor, al mundo de las agencias literarias en los años 90 y su vínculo con los escritores y lectores.
Tensa, ágil, adictiva y verdaderamente sorprendente. Destaca la versatilidad de las dos protagonistas, aunque algunos personajes secundarios aportan poco y ralentizan la historia.
Rosendahl desaprovecha la oportunidad de profundizar en la carrera diplomática de Henry Kauffmann a causa de un guion desequilibrado. No obstante, la cinta cuenta con buenas interpretaciones y escenas conmovedoras.