
Otra película de terror que llega a la cartelera. En ella, la Asturias rural y natural luce, mientras se oscurece la solvencia de un guión simple en sus subrayados y entramado.
Otra película de terror que llega a la cartelera. En ella, la Asturias rural y natural luce, mientras se oscurece la solvencia de un guión simple en sus subrayados y entramado.
Reaparición de la famosa “especie” monstruosa en la gran pantalla. Como si fuera Godzilla, los efectos especiales engullen la escasa fuerza dramática del argumento y de los personajes.
Dragon Ball Super es la continuación de la obra de Toriyama, finalizada veinte años atrás. Arrancando donde acabó Dragon Ball Z, abre un nuevo mundo […]
Una película cuyo mayor atractivo es su dirección artística y la actriz protagonista. Detrás de ello se esconde un análisis (bastante poético) sobre la política de inmigración europea.
La película busca homenajear a la literatura combinando los ambientes elitistas de París con los rústicos y, supuestamente más sinceros, paisajes de la Bretaña francesa. Con diálogos ingeniosos, entretiene aunque no termina de convencer en la empatía con otros aspectos humanos de la trama
Sorprendente y, por momentos, desconcertante mosaico visual de Bi Ga. La historia de amor de los protagonistas parece estar dentro de un caleidoscopio, donde los colores, vidrios y prismas son mucho más importantes que el guión.
Brillante animación para adultos que narra una historia de superación y vínculos familiares en tiempos de guerra, a la vez que muestra la sociedad afgana desde un punto de vista femenino.
Pese a estar bien ejecutada y ser muy veraz en lo que cuenta, el director aporta un tinte desesperanzado (bajo un afán de ser humanista) a un film en el que debería resaltarse la alegría.
Ambientada en la Viena de los tardíos años 30, la película trata una historia actual de adolescencia junto con el nazismo y Sigmund Freud, encontrando un buen balance entre los tres temas.
Una comedia ligera, con un toque muy suave de drama, sobre cómo afrontar la recta final de la vida. Diane Keaton sabe estar, a pesar de pompones y maillots, en un esquema que promete poco y es lo que da.