Análisis Cine

Crítica Playground
CINE
Playground

Género: Drama, Drama, Drama, Drama

Edad: +16

Una dura reflexión para padres y adolescentes sobre la juventud y la importancia de enseñar a cuidarla.

Crítica La chica en la niebla
CINE
La chica en la niebla

Género: Thriller

Edad: +18

Una nueva apuesta del cine italiano por las tramas de pesquisas e investigaciones en una zona rural y montañosa. Buenos intérpretes en un trasfondo oscuro.

Crítica corporate
CINE
Corporate

Género: Thriller, Thriller

Edad: +16

Un thriller malvado de conspiraciones entre despachos que te hace pasar un rato entretenido, aunque del género existen títulos mucho más relevantes que este.

Crítica El doctor de la felicidad
CINE
El doctor de la felicidad

Género: Comedia, Drama, Romántica

Edad: +12

Omar Sy protagoniza una comedia que no es de carcajada y que intenta apuntar a algún tema más profundo.

Crítica Sweet Country
CINE
Sweet Country

Género: Western

Edad:

Una angustiosa aproximación a la esclavitud, con un brillante desarrollo de los personajes.

Crítica Blanco perfecto
CINE
Blanco perfecto

Género: -

Edad:

Kitaruma riega una carretera con vísceras y sangre, mientras intenta hacer creer al espectador que su película es interesante.

Crítica Caras y lugares
CINE
Caras y lugares

Género: Documental

Edad: +7

Un documental emocionante y sincero que reflexiona acerca del camino que está tomando la sociedad y usa el arte como nexo de unión entre individuos.

Crítica Han Solo: una historia de Star Wars
CINE
Han Solo: una historia de Star Wars

Género: Acción, Aventuras, Fantástico

Edad: +12

Un capítulo más de la saga Star Wars, al que no le faltan medios técnicos pero sí dimensión narrativa más allá del esquema básico y agotado en otras entregas.

Crítica Deadpool 2
CINE
Deadpool 2

Género: Acción

Edad: +18

Una secuela de Deadpool (2016), conservadora de los chistes gamberros que funcionaron con su público anterior y atenazadora del simplismo con el que se acomete la trama.

Crítica Hannah
CINE
Hannah

Género: -

Edad:

La capacidad de transmitir de Rampling con una mirada, un gesto o una pequeña convulsión en el rostro es donde reside la magistralidad de esta producción. Interesante por lo arriesgado de su propuesta, pero con un ritmo demasiado pesado para los no amantes del cine contemplativo.

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