
Jaime Rosales dirige un largometraje ciertamente convencional que flojea en su discurso. La exploración de los diferentes tipos de masculinidad solo se salva gracias al correcto trabajo de todo su elenco.
Jaime Rosales dirige un largometraje ciertamente convencional que flojea en su discurso. La exploración de los diferentes tipos de masculinidad solo se salva gracias al correcto trabajo de todo su elenco.
Un ejercicio de cine, realidad y revitalización de motivos clásicos, donde Rosales se mece entre el drama, la tragedia y la esperanza.
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