
Living nace al unir las aportaciones de varios genios: una sugerente historia, actuaciones de calidad y una recreación de época magistral. Invita a reflexionar sobre nuestros años en la tierra.
Living nace al unir las aportaciones de varios genios: una sugerente historia, actuaciones de calidad y una recreación de época magistral. Invita a reflexionar sobre nuestros años en la tierra.
La inexperiencia tanto de la directora como de la actriz protagonista dan como resultado una película torpe y encorsetada a la que probablemente no le falta ilusión y horas de trabajo.
Manuela Martelli debuta con una película homenaje a las personas que sufrieron la dictadura de Pinochet. Lo mejor del proyecto es, sin duda, la confección de la protagonista y su intérprete.
El film de Adrián Silvestre transmite el sufrimiento que genera la disforia de género. Cuenta con voluntarios bienintencionados, pero el resultado es desequilibrado y el exhibicionismo excesivo.
Con excesiva longitud y con maestría en no pocos pasajes, el film de Hamaguchi habla con sugerencia de las heridas personales. La metáfora del coche y de la obra de teatro completan la fuerza de su trama.
Stephen Graham se sitúa entre los fogones de un restaurante que atraviesa su peor noche. Todo ello en un único plano secuencia repleto de tensión y estrés, interpretado a la perfección por su acertado elenco.
Agustí Villaronga retorna a la gran pantalla con un relato de corte histórico-literario e impregnado de narrativas libres. La propuesta se liga con algunos hechos actuales y supone un esfuerzo lector del público.
La cinta de Juan Cavestany, como indica su título, parece una ilusión cinematográfica. A pesar del buen trabajo del elenco protagonista, el proyecto resulta malogrado, confuso y sin rumbo.
La animación de Aurel es un producto interesante tanto por la técnica de sus dibujos como por la lección de historia que desprende. Aunque resulta costosa al inicio, es una película que merece la pena tener en cuenta.