
Jonás Trueba regresa con una de sus propuestas más refrescantes. Esta historia de separación, coescrita y protagonizada junto a unos infalibles Vito Sanz y Itsaso Arana, habla del amor, del cine y de ver la vida con esplendor.
Jonás Trueba regresa con una de sus propuestas más refrescantes. Esta historia de separación, coescrita y protagonizada junto a unos infalibles Vito Sanz y Itsaso Arana, habla del amor, del cine y de ver la vida con esplendor.
Un reloj que permite retroceder el tiempo es el detonante de una conmovedora historia que reflexiona sobre el amor y la familia. El reparto hace un gran trabajo con unos personajes cuya evolución es interesante.
Una entrañable reinterpretación del hidalgo creado por Cervantes y ambientada en el Nueva York contemporáneo. El correcto equilibrio entre animación y humor infantil redondean esta oda a los soñadores.
El largometraje de Gilles Legardinier es un relato conmovedor y divertido cuyo objetivo es hacer sentir bien al espectador. Con un elenco veterano y una historia de malentendidos, logra su cometido.
Típico producto veraniego que aspira a sentar a toda la familia en la sala de cine agotando una vez más la fórmula cómica sobre el choque de clases y adornada con un benévolo mensaje y chistes sin gracia alguna.
Las aventuras de Mary, Tom y Nick son un canto a la vida y a la amistad. Su emotiva historia da visibilidad a la parálisis cerebral y cuenta con numerosos personajes que cautivarán a la audiencia.
Yôji Yamada firma otro título en el que retrata personajes con los que cualquiera se puede identificar. El cineasta observa las relaciones familiares dentro de escenarios cotidianos con una mirada de cariño hacia las madres.
Una road movie rodada con un crítico cinismo y una sagaz sátira a la burda naturaleza que mancha la sociedad estadounidense. En su cómica ridiculez y sus chocantes capítulos, Talia Ryder deslumbra con su actuación.
El espectáculo de la Gran Vía de Madrid salta del escenario a la pantalla con un despliegue cinematográfico tan limitado que no llega al mínimo para considerarse algo más que un torpe ejercicio amateur.
El film de Eli Roth no arriesga al reunir elementos habituales en las superproducciones de ficción. El resultado es una película entretenida con ritmo, toques de humor y algún giro de guion que quizá sorprende.