
Como si se tratase de cuentos de Grimm, Kristoffer Borgli transmite de manera brutal el horror de una vida egoísta y vanidosa. A pesar de su ritmo irregular, logra causar impacto en el espectador.
Como si se tratase de cuentos de Grimm, Kristoffer Borgli transmite de manera brutal el horror de una vida egoísta y vanidosa. A pesar de su ritmo irregular, logra causar impacto en el espectador.
Esta historia sigue la tónica de las películas de boxeo con unas interpretaciones que logran mantener correctamente la tensión. Además, remarca la importancia de aprender a gestionar las emociones.
To Leslie es un esperanzador relato de una adicción que cuenta con una gran dirección y una mejor interpretación de su brillante protagonista. Aunque al principio no lo parezca, es una bonita historia de redención.
La película sigue de cerca el vínculo entre un padre y un hijo con un trastorno psicológico. Aunque cuenta con buenas interpretaciones, el guion no profundiza lo suficiente en la materia como para destacar entre sus semejantes.
Saint Omer es una película que deja al espectador ocupar una silla del jurado y tratar de reconstruir los hechos de un infanticidio. Con lentitud y precisión, el juicio saca a la luz diversas cuestiones sin una respuesta clara.
Llega desde Irlanda una historia sencilla y cargada de emoción que nos enseña el gran valor de la familia. Colm Bairéad resalta en su film el valor de los pequeños gestos y la importancia del apego seguro.
Danielle Deadwyler es una magnífica protagonista en un film que transmite terror a través de sus expresiones. La actriz encarna convincentemente a la madre de un niño asesinado en su lucha por conseguir justicia.
Como premisa, el relato de dos hermanos parecía prometedor. En su ejecución, resulta melodramático, afectado y tan chocante que lleva a la audiencia a cuestionarse cuál era el objetivo del largometraje.
La reunión de varias mujeres maltratadas de una comunidad religiosa da lugar a un discurso evidente por momentos que invita a reflexionar. Además, cuenta con un elenco estelar y una fotografía muy cuidada.
Ruben Östlund articula una crítica muy divertida sobre la alta esfera social y el capitalismo extremo. Aun con escenas acertadas, el film resulta grotesco e irregular por momentos, lo que puede desalentar a cierto público.